Nada que hacer.
He de esperar que me deseen el mal, más aun cuando poseen todo su inútil derecho, más aun cuando entro en esos orificios que ya no tienen salida y más aun cuando al final dejo de ser cristalina y doy paso al inicio de un mundo, a un caos. Pero he de adelantares que no sirve de nada. El mal se ha tomado atribuciones y permanece a mi lado sin ninguna dictadura. He aprendido a vivir con él. Me quejo al inicio de sus desplantes para luego comprender lo mucho que los necesito. Vivo mi propia desgracia aunque me deseen una peor, desafortunadamente – para ellos- disfruto inmensamente cometer errores, lo deseo cual beso ajeno, orgullosa y sonriente. El lado oscuro ya me pertenece y por ello puede pertenecerme cualquier cosa, yo le llamo ‘mi punto débil` ella le dice magia, por ello no la entiende, por ello, la disfruta. Priscila de Lunas .