Pero no te quedas.
Puedo hacerlo sencillo, subirte la blusa y decirte que te quedes; que te quedes porque es de esos días donde no quiero estar conmigo, que te quedes porque tenemos toda una vida por delante, juntos.
Puedo hacerlo sencillo, besarte y terminar las noches en tus parpados para que sueñes, terminar las noches riendo para que sueñes, abrazarte hasta que llegue la hora de irme, hasta que sueñes.
Puedo hacerlo sencillo, pero no puedo, si pudiera, te agarraría de la mano y, aunque viniera el caos, no te soltaría nunca.
Compartiría contigo mis fines de semana, mis tardes de sol, mis paseos por lugares históricos, esos lugares que le dan vida a Cartagena, te besaría en cualquier lugar, mientras de fondo se escucha el eco del viento de la ciudad, el paso de los coches de caballos, los frenazos de los autos.
Puedo hacerlo sencillo, pero ya no ríes, ya no quieres, ya no sueñas. Y después de tanta mierda, ¿Qué nos queda? Si ahora no sé qué esperas…
Puedo hacerlo sencillo, pero no me dejas… Puedo hacerlo sencillo, pero no te quedas…
Luiska.
Puedo hacerlo sencillo, besarte y terminar las noches en tus parpados para que sueñes, terminar las noches riendo para que sueñes, abrazarte hasta que llegue la hora de irme, hasta que sueñes.
Puedo hacerlo sencillo, pero no puedo, si pudiera, te agarraría de la mano y, aunque viniera el caos, no te soltaría nunca.
Compartiría contigo mis fines de semana, mis tardes de sol, mis paseos por lugares históricos, esos lugares que le dan vida a Cartagena, te besaría en cualquier lugar, mientras de fondo se escucha el eco del viento de la ciudad, el paso de los coches de caballos, los frenazos de los autos.
Puedo hacerlo sencillo, pero ya no ríes, ya no quieres, ya no sueñas. Y después de tanta mierda, ¿Qué nos queda? Si ahora no sé qué esperas…
Puedo hacerlo sencillo, pero no me dejas… Puedo hacerlo sencillo, pero no te quedas…
Luiska.
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