Sin orificio de salida.
Parece increíble como las mentiras hacen más ruido que tu ausencia
que las falsas esperanzas me inunden el corazón más que la lluvia
que por querer morir contigo, la bala se incrusto en mi pecho sin encontrar orificio de salida.
Que tus cabellos prefieren enredarse en manos incurables de heridas y no en mi almohada
que eramos versos de una poesía incompleta, escenas de un libro exitoso
y esos finales donde ni la nada es el comienzo de algo.
Que preferiste engañar a los labios con los que te veía y a los ojos con los que te hablaba
a romperme cada hueso haciéndote verdad.
Y ahora escribo poemas tristes, porque no me queda más que cargarte en mi espalda mientras me rompo el cuello intentando ver como nos ponemos la ropa la una a la otra, sabiendo que no volveremos a desnudarnos.
Pero mira el lado bueno, ya no eres tú la muchacha de ojos tristes.
Priscila de Lunas.
que las falsas esperanzas me inunden el corazón más que la lluvia
que por querer morir contigo, la bala se incrusto en mi pecho sin encontrar orificio de salida.
Que tus cabellos prefieren enredarse en manos incurables de heridas y no en mi almohada
que eramos versos de una poesía incompleta, escenas de un libro exitoso
y esos finales donde ni la nada es el comienzo de algo.
Que preferiste engañar a los labios con los que te veía y a los ojos con los que te hablaba
a romperme cada hueso haciéndote verdad.
Y ahora escribo poemas tristes, porque no me queda más que cargarte en mi espalda mientras me rompo el cuello intentando ver como nos ponemos la ropa la una a la otra, sabiendo que no volveremos a desnudarnos.
Pero mira el lado bueno, ya no eres tú la muchacha de ojos tristes.
Priscila de Lunas.
Comentarios
Publicar un comentario