A todas.

 Podría empezar por agradecerles, pero que caso tendría? yo misma he tenido que levantarme y perdonarme, arrastrarme muchas noches entre mis sábanas, deseando cambiar las cosas, deseando no estar sola, deseando dejar de fumar por tener la boca en sus besos. que caso tiene si hoy estoy aquí llena de recuerdos absurdos, de muertes pronunciadas, de pedazos de mi hecho mierdas y con los ojos llenos de lágrimas.

Qué caso tendría si sigo preguntándome si valgo la pena, si por un segundo lo hubieran dado todo por mi, o incluso, un poco más, lo que yo creía que valía se ha desvanecido en cada encuentro, en cada abandono, en cada ciada libre hacia un desvelo indeseado. 

Pero...  Acaso qué caso tendría negar que son flores con espinas, que son barcos en alta mar, que son labios con grietas y abrazos con fuerza.  Que me han dejado paralizada en cada beso, en cada palabra, en cada momento tatuado. No podría mentir, me enseñaron a amar, a vivir, a rezar, a morir.

Qué caso tendría decir ahora que no volveré, que no caeré más en la espina dorsal que tienen en la espalda y la curva perfecta que tiene su entrepierna, que caso tiene decir que no quiero volver a sentirme así, si era la sensación más pura y anhelada  que mi corazón ha podido resistir. 

Que más da si vuelven a matarme, si vuelven a jugar su juego en el que siempre resulto perdedora, dicen que no se puede ir contra la corriente, que nadar no es la solución, en cambio, dejarte llevar por las fuertes olas, arrebatándo toda esperanza de navegar a salvo, quizá te lleve a la orilla, o quizá, con mayor probabilidad nunca logres llegar.

Qué más da ahogarme en sus huellas si son lo que más vida me han dado. 



Eterna novia de lunas.  

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