Los smith.
Ella:
Aquella película era muy hermosa, “Perdona si te llamo Amor”,
pero que sabía yo si antes había leído “Salgo del trabajo y llego a tu casa”, como si lo escuchara todos los viernes y como
si nunca pensé escucharlo o leerlo, fue tan raro que así se sentía.
Todo fue mi culpa, estaba aburrida pero sin ánimos de salir,
eso de “aprovéchate de mí” como que siempre me ha salido bien. Que puedo decir
estaba en mi casa, tenía puestos los peores trapos y mi gorro ocultaba las discusiones
que tengo a diario con la peinilla, poco nerviosa, al principio, no, no al
principio mis nervios comenzaron cuando aquellas letras pasaron de ideas a
escuchar su voz por segunda vez, digo segunda vez porque días atrás me había dejado
uno de sus mensajes, y vaya que ganas de conocerme, yo no hubiese querido
hacerlo después de escuchar aquel backtone que tenía mi línea, era un
vallenato, una yuca, un llora culo o al menos eso recuerdo, ¡qué vergüenza! . Salí
a buscarlo, siempre supe dónde estaba, es solo que llamó tan rápido o se demoró
una eternidad, tanto así que yo necesitaba otra, le di la vuelta al barrio solo
para ganar tiempo, ¿qué le digo?, ¿Porque carajos lo invite?,¿ Y si no puede
tomar coca cola?.
Lo vi desde lejos, estaba de pie en la esquina, escuchando
champeta dice, y vaya que ganas de
conocerme, yo me hubiera ido de aquel lugar. Era un poco más bajo de lo que me
imagine, de hecho nunca imagine que fuera bajo, casi de mi estatura. Fue muy gracioso. Solo pude regañarlo por algo que ni siquiera hizo, lo hizo todo bien, estaba
donde yo le había dicho. Pero ¡que querían! , No sabía que decir y las escaleras fueron
eternas, se alargaban, y ni hablar de los adornos de mi mamá, la casa parecía una
bodega navideña, casi ni había donde sentarse.
Él estaba sudando, y
me veía fijamente, yo también lo veía, pero la niña de la película era muy
hermosa, me gustaba verla cuando salía a escena y eso me ayudaba a no verlo
tanto o no hablarle en su defecto. Pero tenía
que acabarse y eso pasaría pronto, les dije que se había demorado una
eternidad.
Quité los muñecos de mi mama y lo invite a sentarse casi a
mi lado, mis nervios no pudieron ser más obvios porque no tenía más cosas que
agarrar, se reía de mi como si eso fuera a ayudarme. Hablamos por horas, por
cierto no se tomó la coca cola.
Me gusto conocerlo, ya sabía cosas de él que lo
sorprendieron. No es que estuviera interesada, es que me gusta leer y averiguar
sobre las cosas (nadie me creería ni siquiera yo), me costó trabajo aprender a
decir su nombre, nombre de vendedores de seguro, da la impresión de ser tímido,
pero es de lo peor, o de lo mejor no lo sé, tiene buenas historias y bonitos
ojos. Sentí que a pesar de sus alas
maltrechas, no tenia miedos, la mirada perdida... o el perdido era él.
Hablando de cosas que
nadie me creería, vieran lo atrevida que
fui, llegó mi mamá y lo he presentado como mi novio. ! menudo descaro¡ sorprendí a dos personas en segundos. Él se levantó y correspondió, eso me gustó o
no sé, pero alguien que me siga en mis cosas ya tiene chance.
Me cansé de tantas palabras de relleno y como si fuera sido
poco de lo mi madre, le he preguntado cuando iba a besarme… “Y... ¿cuándo vas a
besarme?” ¿En que estaba pensando ? bueno eso puedo responderlo, en su
sonrisa y es que como no querer besarle, si la hubieran visto ustedes también querrían
hacerlo.
Tenía algún extraño deseo de conocer mi balcón y después de
tantos rodeos se lo he mostrado, no fue bonito el camino, se cortó con el
abanico fue muy gracioso pero a la vez no podía evitar sentirme culpable y le
he besado el brazo izquierdo, esa cicatriz me gustó por mucho tiempo, hasta
ganas me sobraban de ser ella.
¿Han notado que bonito se ven desde un balcón los besos de
alguien los viernes de diciembre?
Yo estaba hincada hacia atrás, con mi torso en el aire, sus
manos sostenían mi espalda y se los aseguro, ni el más pequeño soplo entraba
entre nosotros, me beso como nunca nadie lo había hecho, como si estuviese guardándolos
no por años, por sueños. Me deseaba y yo a él, podía sentirlo en sus pantalones, en mi erizada piel, en cómo se movía el balcón.
Si quieren saber de buena música, deberían escucharnos.
ÉL:
Hoy conocí a quien llamaremos con cualquier nombre, o con el
nombre que puede llegar a ser, es una tipa interesante y fue curioso que (y no
me lo vas a creer) siento que la conocía de antes, que sólo necesitaba un
rostro. La conocí de la manera más simple de la vida y eso es bueno… siempre he
supuesto que las cosas más grandes en la vida son las menos complicadas, las
que abusan de su sencillez pero que impactan como la historia de amor del
iceberg y el Titanic, en fin, es una niña que tendrá unos 24 años y no conozco
su edad, sé su nombre y no conozco sus apellidos, pero para mi tiene nombre de
heroína, tiene labios suaves, una mirada tierna, unas manías que la dejan ver
transparente cuando está nerviosa, otra mirada que muestra una fuego por dentro
de ella, al igual que su sonrisa lo hace. Tiene gustos poco selectos con
respecto a la música pero demasiado exigentes con las películas y los libros…
sabe leer, sabe escribir, y sabe hablar…. y muy bien se yo que debo correr,
pero joder siempre me ha gustado morir, mañana será día de velas y yo tendré en
mi cabeza una prendida para ella…
Ella, digamos de ella que tiene la capacidad de hacer que mi
corazón se quiera partir en dos de lo nervioso que me pone, de mí que me da
nervios y que no me da miedo, de ella que tiene una libertad, la más bonita que
vi y me recuerdo mucho a algo de mí que en nada se parece a ella (pero va uno a
saber porque).
Antes de verla
físicamente me hice muchos imaginarios sobre cómo sería y bueno al final
resultó un tanto diferente, me la imaginé físicamente más delgada y más bajita
(es grande); en la personalidad me quedé corto es jodidamente interesante.
Y es la vuelta, si de la vida y sus vueltas, va uno a saber
y esta no es la primera vez que la veo, me he cruzado con ella unas tres o
cuatro veces y en uno que otro sueño, y
tampoco sé el motivo por el que le escribo antes de ir a dormir, o al apenas
despertar, y pregúntenme porque no tengo idea que veo cosas que nunca nada con
ella, pero ella me las recuerda, pero las cosas gritan su nombre; por eso hablo
que ella es la vuelta.
Es un alivio que no me pueda leer, pero hace menos de
veinticuatro horas deje mi estado de inexistencia, y bueno sólo me queda
desearme buen viaje, y quien sabe quizá ella sea buena viajera o sea buena para
dejarse viajar, en fin seré como soy, pero esta vez tengo la sensación que
caeré al vació, mis oxidadas alas, ojalá aun sepan volar.
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