Feliz cumpleaños pequeña.
Hoy en tu día, te diría sin decirte, porque me da pánico coger
el teléfono y hacerte esa llamada, y que del otro lado salga tu voz fría y me
congele el alma.
Te diría que guardo la esperanza de que no lo sientas tan
tuyo, sin mí.
Hoy te diría sin decirte qué, aunque seas una niña de ojos
tristes que hace llover las nubes, hoy te regalo este cielo claro como esa parte
de tu espalda que tiene un nudo abrazado a tu cintura.
Te regalo el sol, aunque tus cabellos se le roben todo el
brillo y el color.
Y te regalo la noche fría para que desde acá, mi carta te
caliente la piel, así como yo solía hacerlo soplándote cada poro.
No te deseo felicidades porque has de ver a tu madre día a día,
pero si te deseo un infinito de sonrisas parecidas a las que tendrás después de
leerme, te deseo un año más para seguir creando universos y desordenando mares.
Mientras tanto yo, seguiré hablando con esa pequeña brisa
que entra cada mañana por tu ventana,
pues ella me cuenta cuantos amaneceres dejas bajo la almohada.
Para el eterno motivo de mis letras, en su sí cumpleaños.
Posdata: Me pregunto por qué nunca te tengo cerca en este día
y entonces culpo a la magia y sus casualidades.
Sigue rubia.
P. de lunas.
Sigue castaña.
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