Esperando que estas NO suficientes palabras logren abrir tu mente, tomes conciencia, y medites tus actos hacia la naturaleza. Ella te dio la vida, no le quitas la de ella.
Hola.
Sé
que no me quejo muy a menudo, pero siento que voy atragantarme si no te diga
estas palabras, ya que no has notado mis cambios de humor ni mis desesperados
intentos por llamar tu atención.
Ojalá te lleguen estas letras y hagan recorrer tu voz.
Me
gusta cuando me miras fijamente, haces que me ponga nerviosa y me suden las
manos.
me gusta que te enamores de mí y que enamores conmigo, me gusta que me
tomen fotos y servir de fondo en las tuyas.
Me gusta que me uses en poesías,
canciones, cuentos y demás; me gusta el color de mi cabello y como brilla
cuando esta rociado.
Me
gusta cargar largas ramas y que caigan en mi, sus pétalos secos, me gusta que
respires cerca y por mí, me gusta verte caminar a mi lado, acariciar tus pies y
en ocasiones tu espalda; me gusta ser tu sombra y tu sustento.
Me
gusta el cantar de los pájaros cuando me despiertan las hojas cada mañana.
Me
gusta ser tu mar y crearte atardeceres, de noche suelo tener un poco más de
magia, tanto, que si te fijas con atención, mis lunares vuelan y puedes pedirles
un deseo.
De día soy yo, quien hace sacudir
el sol.
Me
gusta darte nubes, estrellas, colores, sueños, me gusta darte vida…
…
Ahora bien, un poco rota y marchitada, me pregunto por qué me agradeces de esa
forma. Me duele cuando maltratas y
jalas mi hebra, cuando cubres mis sonrisas con cemento, cuando malgastas mis
fuerzas en tus caprichos.
Me
pregunto por qué me usas y luego me desertas, sucia, dejándome como si no
mereciera más que la basura. Por qué procesas mis frutos y los conviertes en
maquinas de todo hacer. limpias tus impurezas en mis lágrimas, sin importarte
que la corriente no siga fluyendo.
Quemas
mis cepas e Inundas de humo seco mis más
altas semillas, las talas sin piedad hasta dejarme en desnudez, desprotegida y zanjada.
Me has cambiado de verde a gris y de cocos a piedras, no me tienes paciencia y
abusas de mi esencia.
Me
caigo ante ti y tú sigues empujándome
Me marchito bajo tus pies y tú sigues pisándome
Me seco frente a tus ojos y tú sigues ignorándome.
Ya
no me limites más, yo también siento tu rechazo y aun así guardo la esperanza
de no ser acabada totalmente, porque sé que en ti esta mi semilla, solo tienes que convertirla
en una bocanada de conciencia.
Con
dolores en mis entrañas pero siempre con mucha energía y
amor.
Tu
madre tierra.
P. de Lunas.
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