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Mostrando entradas de noviembre, 2014

Cajita de cenizas.

Supongo que hacerme sentir culpable de lo que nos ha pasado fue una de tus estrategias, que te resultó más sencillo de victima que de asesino y disfrazar el puñal antes que enterrármelo de lleno en el pecho. Podría decirte que eres un cobarde pero eso ya lo has de saber y que vayas por ahí repartiendo amor en “nuestra habitación”  ha de hacerte sentir bastante miserable pero eso también lo sabes. Si hay algo que no sabes que es que de peores olvidos he salido y de maneras más bonitas me han herido, incluso las heridas que hiciste alrededor de mis piernas te salieron más bonitas. En cambio ahora qué ? Ya después de esta cortada no puede dolerme nada que venga de ti. Podría  decirte que seas feliz y que te deseo buenas cosas, pero sería innecesario, pues en estos momentos las tienes. Lo que si espero es que te dure más de una canción.  Que esas cosas buenas te besen igual o mejor, que lo dejen todo por ti y que esta vez puedas perdonar los contratiempos por si se d...

Vuelo.

Era jueves  por la noche acababa de salir de clases y me fumaba un Marlboro en uno de los salones abandonados del cuartel, lo hacía porque nadie se acercaba a ese salón, siempre estaba solo. Yo había tenido un pésimo día así que necesitaba más de una caja entera. Casi terminando el tercer cigarrillo entró Oliverio, un chico que estaba dos semestres más adelantado que yo, no le gustaban mis cigarros  pero si escuchar la  historia de mi día.  Entre Bukowski, Voz Veis, historias eróticas y  risas, horas después nos encontrábamos en la parte alta de la ciudad que está  hecha sobre las piedras del mar. Ahí un sujeto al que le decían Pepe llegó y le entregó algo, duraron hablando unos segundos y se fue. Oliverio me miró y sonrió, me pidió candela y encendió un cigarrillo blanco,  sin filtro, largo y  delgado. Después de darle unos cuantos aires me lo ofreció, era la primera vez que tenía este tipo de cigarros en mis manos, le dije que jamás lo había pr...

SENCILLO.

Tú tan  sencillo, que  siempre has sabido lo grande que es este sentimiento por lo raro, que  nunca has desistido de querer acompañarme en mis tres días de arrogancia y sabes que no he podido cerrar la ventana ni apagar el reproductor que siempre está tocando aquella canción. Tú tan sencillo, sin conocer mis fines de semanas ni mis cambios bruscos de humor, quien llegó sin preguntarme nada con cervezas y filtros en mano, que aunque sabes que mis agujas están en otra habitación a unas cuantas horas de aquí,  te has querido sentar al lado de mi nombre y convertirlo en poesía. Tú tan sencillo, que sabes borrar las palabras que se me han quedado atoradas en otra garganta, tapar mis  ojos que se ven reflejados en otras pupilas y querer sanar cicatrices de una herida que aún no ha cerrado. Tú san sencillo como escribirte esto, que aunque  no puedo pedirte perdón por no sentir tus manos cuando las usas de paraguas, o no ser la espina del jardín que qu...

Noticas al aire.

-"Temo al día en que mis alas y las tuyas descrucen sus plumas al otro lado del viento." -"Que sentido tiene ahora escribir si no es para ti, de que me sirve escribir para mi cuando no soy en querer ni en sentir, que lo que está dentro de mi eres tú y ahora necesito otro lugar donde exista lo que no puedo ser." - "Esta forma suicida de no quererte por haber querido en corazón roto dibujado en piel." - "No te muestres en espejos de los que saben romper retratos con las yemas de las palabras." - "Matar esta noche a sangre fría  a esa hija que tanto quieres, que lleva mi cuerpo y tu sangre pero no soy yo." - "Ponerle nombre a mi vacio y que se llame como tú."  -"Y cuando bajé la cabeza vi muerto al monstruo de debajo de mi cama, estaba ahogado en mis colillas de Marlboro." - "Cuídate de mi sombra, a ella no le gusta compartirme."  - "Me olvido de suicidarme, luego existo."  - "...

Mis muerte.

Alison viste siempre de negro, tiene los labios azules, el cabello largo y sus uñas me causan escalofríos,  la conozco de antes y  de inmediato quedé enredada en sus miradas. Estaba en el hospital, le gustaba sentarse a escuchar cómo la gente perdía las esperanzas de vida en sus seres queridos. Eso la alimentaba, la caída de los demás la hacía sentir viva y por eso siempre estaba sonriendo en cuidados intensivos. Acostada en una camilla con los ojos cerrados y una  respiración forzada (recordé tu  adiós, cuando yo estaba más arriba que nunca y me dijiste que te ibas, que ya no te gustaba el vuelo conmigo  y que ahora amabas a alguien más. Cuando mi vida se dividió en un antes y un después de ti. Ese día también vi a Ali, junto con mis cigarros y mis botellas de alcohol. Cuando sentía morir lentamente y las agujas de mi reloj se detenían.) Los médicos no me veían esperanza, Ali llego a la  habitación donde yo estaba internada,  al verla de pie f...

UNA TARDE CON LA SEÑORITA GINEBRA.

No necesitábamos más que esta burbuja llena de mujeres con las mismas miradas rojas para volar, el calor era agobiante y mis manos sudaban  confundiéndose con el mar que palpitaba a pocos kilómetros, el aroma de una fotografía a su lado era contundente para inmortalizar el humo que nos acompañaba, mientras mi mente cambiaba de color de manera exagerada cada vez que veía  las personas del tamaño de un grano de café. En ese momento agarre su mano y le quite el cigarro que con ansias sostenía y de manera sumisa me deje  llevar por un áspero viento. El mismo calor del principio continuaba. Por primera vez la señorita ginebra le dolía la cabeza y quería marcharse,  pero no podía quedarme y  dejarla ir sola  a tomar el autobús aunque quisiera seguir reflexionando sobre la manera sutil  con que  me hacen sufrir  todos los días, de que estaba cansado del mundo  y de las máscaras que utilizo a cada  momento que ya olvide  siquiera co...

Safo y Mila.

Los ojos claros, serenos se alaban Exaltados parecen aquellos que los oyen, Las figuras en el techo se diluyen. Mientras él la sostiene con el revés de sus garras Ella juguetea  con su lengua tibia por toda su piel Al tiempo que descubren el dolor, la suavidad, el ardor y el goce Ella siente endurecer, dibujar y desdibujar el placer Él fascinado observa su esbelta carne erguida. Extrañados se detienen aquellos que pasan por el callejón Y más de uno  desea ser así de lúbrico, vigoroso, flexible Y tomar presurosa a su hembra y coger… y coger… Coger hasta querer pronunciar el nombre de dios y quedar sin voz… Sin embargo, allí bajo la negra noche Haciendo un ruido semejante al que hacen los animales al sufrir Mila baja ágilmente del techo Mientras Safo lame las heridas que le dejó su hembra en celo. WM

INSOMNIO

 Los círculos de agua  en los que nada mi espíritu El eterno resplandor de un espejo de sal El horizonte que se derrama en el alma  La madrugada fugitiva del sol  El rostro perpetuo del silencio El paso incesante del adiós  El llanto taciturno de la noche   Y el tibio abrazo de la desesperación  MARIA VENGOECHEA.

A veces me pregunto, ¿Donde estoy cuando me necesito?

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ndo me necesito?