A quien quiera leer las cartas.

Para ti:

Ya no tiene caso dedicarte estas letras, puede que te vea y desee esos labios sin importar lo amargo que ahora me saben, que desee tu cuerpo aun  manchado por otras manos, que me asome por las callecitas del centro y recuerde cada paso que di agarrada de tu mano. Pero aquí he decidido dejar esto, porque alguien me vio llorar en silencio, con una botella de  Heineken en la mano, mientras tú, te vestías de armas y me matabas los días. Todo se trababa de ti, la relación fue solo tuya, los buenos días fueron solo para ti, vivías la vida de ambas, yo solo la tuya. Que tu trabajo, que tu familia, que tus congestiones, que quieres irte a vivir, que quieres un hijo, que solo quieres follar, que tu cabello, que tus ropas. Y podría seguir porque he aprendido a tararear tus mierdas sin acordarme de las mías. No tienes derecho ahora de cuestionarme nada, cuando pudiste hacerlo mirabas hacia atrás y no a mis ojos. Porque dices ser mía durante años  y la mayoría de ese tiempo estuviste siendo en camas de otros.  Algún día te diré la verdad sobre esos días, te diré que aunque yo nunca espero nada tú me destrozaste, que me viste en un abismo y aun así me empujaste, que abajo estaba inundado y me dejaste ahogar. Que sin ningún derecho pusiste bajo tus suelas los pedacitos que de mi corazón. Siempre tuviste razón cuando me celabas con aquel personaje, tus celos, de lo único que estuviste pendiente. Que durante dos años me clavaste a un tronco haciendo el hueco cada vez más grade. Te diré ahora que me han ayudado a huir de ti, que antes de que me odies deberías odiarte a ti porque fuiste tú quien rompió todo.


Para aquel personaje:

Contigo no tengo palabras para agradecerte esas salidas de lo amargo, cuando me  acobijabas con tus sabanas dulces y me escribiste aquel poema, nadie nunca antes me había escrito. Tampoco tengo palabras para disculparme por mis noches envueltas en cajas de cigarrillos y no en ti. Porque quisiste ayudarme y no te lo permití, porque aunque recogiste aquellos pedazos y nuestras sombras se reconocieron, nunca seré suficiente para ti. Porque estoy rota, vuelta mierda y ya he olvidado como querer bonito. Que tus labios también me supieron besar y nunca te mentí con respecto a nuestros días. Quizá seas la única persona que toco esa cuerda dentro de mí que me hizo sonar. Nunca estuviste entre mis planes y es porque eran una completa basura antes de incluirte en ellos, aunque lloraste y te emborrachaste aceptaste mis arañazos  en tu espalda y me quitaste el puñal enterrado ahogándote en mi sangre. Porque cuando me ausentaba me escribías en pedacitos de hojitas que llegaban a mi pecho, y tardaba en encontrarlas porque pensaba en ayer, pero tus formas de arte hacían que acabara encontrándome, encontrándonos. Y Aunque nunca pueda ser lo que mereces, sé que logre desinfectar con mi saliva algunas de tus heridas, que tu boca y tu sexo son el pecado que cometería todos los días de mi vida y que tus manos como ninguna otra,  son las culpables de todo mi rocío.


 Para mí.:

Ya sé, sigo sola, vacía, perdida sin saber a dónde ir, pero nunca arrepentida. Mientras este humo intenta encontrarme, yo quiero gritarle al todo,  a la nada y a mí misma que el puto frío se está comiendo mis huesos y lo único que tengo cubierto es mi corazón, con un trapo lleno de espinas.

Que esto de engañarse ya no me resulta fácil, siendo yo misma el único obstáculo que no puedo vencer, con preguntas que no puedo responder y palabras que no puedo sentir. Creo que debo volver a casa, a la cuna de padre. 


Comentarios

Entradas populares de este blog

Cuando el amor es tan profundo, no podemos alcanzarlo.

DECRETOS SILENCIOSOS.