Cambio de horario.

Podría pensar que estoy en el mejor momento de mi vida, que este año va terminando y no tengo más que pedir para el siguiente. Pero me conozco, siempre queriendo un poco más de todo, de aventuras, de ocios, de amores, incluso siempre quiero más de mí.

Esto de ir por mundo me contraría las emociones, me agranda tanto el pecho que cada instante y cada persona se hacen cada vez más pequeños, como si mi corazon fuese un gran  viñedo lleno de vinos solo a catar. 

  Que si no me costaba enamorarme ahora soy una amante continua, frágil, elevada por cada viento siendo una hoja caída de otoño. Vivo en el día a día con la confusión de extrañar en cada ciudad volada un orgasmo irracional.

 Insaciada detrás de cada puerta buscando siempre la luz del mar, del  sol o de la verdad, esa que no sé sin importar donde esté, si algún día hallaré. Si decido volver o no es algo que nunca terminaré, aunque huya, aunque vuelva, aunque llore cada noche frente a la salida del tren, le faltará coraje a este corazón de no herirse sin razón. 



Priscila siempre de las Lunas. 
Perdón si me he puesto un poco triste, pues no tengo  motivo más que mis desvelos de ocasión. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Cuando el amor es tan profundo, no podemos alcanzarlo.

DECRETOS SILENCIOSOS.