MAR


De esta chica sólo les puedo decir que es la 01:50am y a esta hora, en cualquier lugar, yo podría estar  pensando en ella. Su nombre es feo,  pero a mí me gusta  llamarla “Mar”.

Les puedo decir, que al costado de sus mejillas se esconden dos comillas que citan textualmente los mejores poemas, que huele a mar y a veces a avena, lo sé porque me siento detrás de ella esperando que alguna brisa resbale el  olor de su cuello cerca de mí.

Les puedo decir que es mujer de gestos, de sacadas de lengua, de gafas oscuras, que se toma las fotos como su padre y tiene las nalgas de su madre.  Que sus piernas se curvan dando la forma de un corazón al revés, que sus cejas son tan negras como su cabello, y sus labios rojos como esas perlas que siempre lleva puestas.

Les puedo decir, que cuando le envié un anónimo, la observaba mientras lo leía, sus mejillas se coloraron y su sonrisa se curvó, dejándome colgada en una de sus esquinas.

Le gustan los piratas y  los bombombunes y  que envidia siento yo de ambos. Les puedo decir que a veces se hace la graciosa y otras su voz es tan suave que le da luz a sus ojos. Que no le entiendo cuando habla en inglés pero me desenreda con sus carcajadas.

En fin, no la conozco más que en mis utopías, no sé su apellido ni su edad, sólo les puedo decir, que tiene esa sonrisa que provoca en mí huracanes de sueños.

P. de Lunas. 


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