Al otro lado del amor.

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¿Acaso el amor se trata solo de los besos o de las caricias? Claro, es bonito levantarte y encontrar un mensaje, escuchar su voz, pensar que hoy por fin vas a ver sus ojos, u oler su cuerpo, que por fin vas a tomarle de la mano aunque te pongas nervioso y jugaras con sus dedos hasta el final de la calle, pero...

…No has pensado en la posibilidad de que te levantas de la mierda, pero aun así esperas  el día para verla y no lo consigues, esta vez no te llama, ni te escribe, y cuando por fin se ven es como si no le importara, como si cualquier cosa que tu esperabas tomó el tren una hora antes y tú llegaste tarde,  que al día siguiente te levantas más temprano a ver si por fin puedes llegar, pero esta vez el tren ni siquiera pasó.  En su lugar encontraste un saco lleno de tiempos, de frases bonitas que una vez le dijiste, de detalles, un saco donde te devolvió todas las cosas que por amor una vez entregaste, incluyendo tu paciencia, tu carácter, tu libertad, todas esas cosas de las que te has despojado para poder ser quien esa persona quiere que seas.

Ahí están, unas piezas rotas, otras incompletas, todas diferentes burlándose de ti. Empiezas a preguntarte que pasó, cuando empezaste a sentir que no tenías espacio para tanto vacío, cuando empezaste a levantarte y no verle dormir, cuando empezaste a bañarte solo, a hablar solo, a repetirte una y otra vez que las cosas estarán mejor; cuando empezó a salir sin ti, a beber sin ti, a pedir y ofrecer cosas que al parecer están fuera de tu alcance, cuando empezaste hacer un total desconocido.
Es aquí donde sientes esa mano que entra y te aprieta el corazón,  dejándote sin pulso, sin aire, deteniendo tu sangre,  todo empieza a caerse en pedazos frente a ti, cada sueño, cada lugar, cada canción se va convirtiendo en recuerdo, en nostalgia, en soledad. Y Aquellos encuentros románticos que naturalmente eran la piedra que sostenía  la puerta para que no se azote,  se convierten en simples polvos cada vez menos frecuentes.  



Pero bueno, Yo que sé del amor, más que lo que este tren ha dejado para mí. 

P de Lunas. 

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