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Mostrando entradas de febrero, 2015

No necesito una respuesta.

Qué pasa cuando tus días empiezan a cambiar, cuando ya no te sientas en la misma banca, ni te comes el mismo almuerzo a la misma hora en el mismo lugar. Cuando hablas con alguien que todo el tiempo te dice que disfruta estar contigo, cuando lees nuevas cosas y conoces diferentes estilos de vida. Qué pasa cuando eres tú quien empieza a cambiar, cuando ya no piensas en las mismas cosas,  no escuchas la misma música, ni dejas las mismas huellas. Ahora intentas pensar en quienes ya no están y en quienes han llegado, intentas pensar en quienes por alguna razón puedes tocar pero no sentir. Tus manos se vuelen insensibles a roses de costumbres y tus ojos empiezan a descubrir nuevos mundos en otras miradas. Qué pasa cuando una mañana te despiertas y puedes fumar dentro de tu cuarto porque tu madre ya no está en casa para darte los buenos días o un vaso con leche,   te dijeres al baño y cagas con tu gato entre las piernas. Qué pasa cuando tratas de hacerte ver como a los demá...

El lugar del amor.

Donde escribirte es mi forma de visitarte Donde  la sombra de lo que espero es verdad que no vendrá Donde fumo en silencio dentro del silencio Un lugar lleno de memorias, de relojes, de lámparas que se apagan Un lugar donde la noche no da miedo porque nunca se acaba. Un lugar donde se puede llorar y a veces cantar Un lugar sin salidas, con pisos de flores y cielos rojos con formas de besos Un lugar al viento donde la muerte ríe y la vida llora Un lugar donde no tienes nombre, un lugar donde no existes. P. de Lunas. 

Mataría por un si.

Era mi oportunidad perfecta para alejar de mi toda historia de libro ya leído, de sacudir esas cecinas que tanto había guardado en el cenicero de mí, de levantarme de aquel sillón, contestar esa llamada y cruzar la puerta que me llevaría a eso que todos llaman “felicidad”.  Allí estaba ella, con una hermosa mariposa en la cabeza y sus uñas masticadas, mencionó algo de mi espera pero aquella noche yo no veía más que  el reflejo de la luna en sus  pupilas. En ese instante mire hacia atrás y quise matarla, para evitarme todo ese rollo que conllevan las nuevas historias, los te amos falsos,  las canciones, los libros, las películas, los helados, el mal sexo y las peleas. Para luego seguir con los te extraños dolorosos,  lagrimas imparables, soledad infinita y sobre todo el vacío emocional. Quería matarla y no ver más esos faroles que deseaba iluminaran mis caminos todos los días. Hacía mucha brisa y su cabello golpeaba mi rostro, a veces se metía en mi boca y...

Fragmento.

"Estar entre la espada y la pared es una situación que se nos da muy a menudo y más cuando son como yo, de esas personas que no pueden quedarse quietas. Estar entre lo que debes hacer y lo que realmente quieres, la verdad y la mentira, el querer y el sentir.  Yo creí haber encontrado una solución a todas estas: ¿por qué hacer una sola cosa? ¿Por qué tener represiones?  En el mundo en el que vivo necesitaría otra vida para ser quien puedo ser sin dejar de ser lo que ya soy o creo ser, estar en ambas situaciones se convirtió en mi solución y mi castigo. Alison fue el nombre que le pusieron mis padres a esa niña nacida un viernes de abril  a las 5:45 pm.  Quizá es lo único que puedan recordar ellos de mí, cuando apenas era una niña y no vivía atrapada en mis vicios, en mis engaños, en mis vidas y personalidades, y sobre todo en el sexo. Pero, ¿quién puede juzgarme?  Si todos alguna vez hemos tocado fondo, nos hemos perdido sin saber encontrarnos, todos car...

Un suave olor a nicotina.

Ha pasado el tiempo y las preguntas sin respuestas y los rasguños de mi espalda han ido desapareciendo, estoy viendo nuevamente los colores que salen de mis alas cuando me  extiendo a volar a otros cielos. He dejado de olerte y  de usarte en mi cuerpo, pero de vez en cuando te escucho, te fumo y te pienso con mis manos… tu nombre se fue borrando y reapareciendo en otros guiones, en otras historias con otras heroínas. Ya no hay heridas que lamer, ni pieles que quemar, ni mascotas que nombrar, ahora solo están aquellas habitaciones sujetas a lo idéntico de la soledad que siguen amando esos encuentros del primer día.    Ayer me dijo uno de esos pajaritos que van de flor en flor que vio nuestros recuerdos juntos, estaban tomados de mano y corriendo lejos de las tintas  que una vez derramé sobre las cartas que ya nunca más envié. Y por eso escribí esto… …Porque nos matamos antes de tener una vida y porque mi corazón sigue tarareándote....