A quien quiera leer las cartas.
Para ti: Ya no tiene caso dedicarte estas letras, puede que te vea y desee esos labios sin importar lo amargo que ahora me saben, que desee tu cuerpo aun manchado por otras manos, que me asome por las callecitas del centro y recuerde cada paso que di agarrada de tu mano. Pero aquí he decidido dejar esto, porque alguien me vio llorar en silencio, con una botella de Heineken en la mano, mientras tú, te vestías de armas y me matabas los días. Todo se trababa de ti, la relación fue solo tuya, los buenos días fueron solo para ti, vivías la vida de ambas, yo solo la tuya. Que tu trabajo, que tu familia, que tus congestiones, que quieres irte a vivir, que quieres un hijo, que solo quieres follar, que tu cabello, que tus ropas. Y podría seguir porque he aprendido a tararear tus mierdas sin acordarme de las mías. No tienes derecho ahora de cuestionarme nada, cuando pudiste hacerlo mirabas hacia atrás y no a mis ojos. Porque dices ser mía durante años y la mayoría de ese ti...