QUE DIFÍCIL ES SEGUIR TUS PROPIOS CONCEJOS CUANDO AMANECE.
Crees que te has acostumbrado a la oscuridad y que ahora es ahí tu paz y tu tranquilidad, justo cuando estas terminando de leer el mito del velo y teniendo conversaciones más llevaderas contigo mismo, teniendo esa sensación de que al fin conociste un final feliz. Yo sentía todo eso, pensaba que ya nada podía volver a engañarme, pero apareció esa luz atenuante en medio de la nada, era tan preciosa, tan repentina y conocida que le fue inevitable no cegarme. Me mantuvo elevada, a salvo, olvidando poco a poco los escalones que he dejado atrás, sonreía con frecuencia, subí un par de kilos, rechazaba con seguridad cualquier sombra, por más tentadora que fuese. Como no sentirse infinito cuando todos los sentidos se unifican para volverse vulnerables ante un ser, ante una caricia en el pecho y unos ojos tan negros como el universo mismo. Es imposible para mí que soy tan débil, tan ilusionada, y soñadora serme infiel ante tal situación, no importa si me juzgo, pues entre tantas decisio...