Revista Medusa.

Entre el humo de algo más que un cigarrillo, pienso que el dolor es buen amante. Mi cuerpo como lienzo para agujas, gusanos negros en vez de sangre, interruptores de mis ojos y pedazos rotos de un amor propio. Noches de insomnio, cafés sin efecto alguno, balas en la recámara y sexo con la poesía. Petróleo en las nubes, lluvias sobre almohadas, canciones tristes y besos a la fuerza. Tatuajes en la nuca con la palabra cobarde, amenazas de ojos, estadias permanentes y vista al frente del desfile de cadáveres. Quebrar todas las rutas de escapismo, infiernos de nostalgia, sobredosis de saliva y verte sonreír en todas las fotografías. Setas venenosas, morir poco a poco y volver a la realidad, justamente donde no quiero estar y verme como una marioneta colgada de tus hilos . /M urió en la madrugada danzando sobre la real idad ./                    ...

"Pero seguían pasando los días, llegó el otoño y con él el frío de mi sin ti. Entonces me repetía una y otra vez nuestra promesa, y te amaba, te amaba tanto que era incapaz de no cumplirla. Pero tu ya la habías destrozado en mil pedazos, habías desparramado mi corazón por otras sábanas y te habías camuflado en la vulgaridad del no sentir (ni tan siquiera lástima.) Parecías otra persona, mi amor, te miraba y no lograba verte, solo conseguía atravesarme más y más en el puñal donde acunaba mis noches."

http://medusamas.blogspot.com/2014/08/ii-capiulo.html

El miedo me consume la noche,  parte del día, la caja de cigarrillos en otra  ciudad, a otros caminos intentando huir de aquellos monstruos pero al huir les doy la espalda, blanco perfecto para un ataque, como si me estuvieran esperando con los brazos cruzados para abrazarme  por la espalda. He mentido tantas veces, que dudo de mis verdades He huido con los ojos cerrados y me he odiado con los ojos abiertos Agarro pedacitos de pasado que me  han ensuciado las manos Y he escrito tantas veces de  mi vida que ya  no me reconozco   He querido tanto que me he olvidado y he olvidado tanto que he dejado de quererme. Me he visto morir tantas veces sin resucitar He perdido el rumbo, se me inundan los ojos cuando rio He sangrado, he llovido, he cortado mis alas y las he convertido en espinas.  He sido derrotada a conciencia por mí misma. Pero también me han levantado la cabeza hacia el cielo Y podido conocer otros mundos...

y el poema... D... hola soy yo Helèn. hace apenas unos días que me viste pero me hubieras visto hoy: venia caminado por la avenida norte con un bolso en la espalda, un peso tan grande en los hombros y los pies que me ardían por el calor y los zapatos. Me senté en una esquina a esperar un bus que siempre tarda y me escondía del sol debajo de aquel árbol que apena y tenia unas cuantas hojas. llevaba un silencio infinito unos cuantos carros apenas y pasaban por ahí y el pito de alguna moto loca al otro lado de la calle. Me hubieras visto D... si me hubieras visto te hubieran dado unas tremendas ganas de besarme o quizás me hubieras escrito un poema. Pero se me olvida que ya no hay besos y que el poema lo escribo soy yo. Helena De la vega

... así de sola... ... la soledad se parece a un lunes por la tarde, cuando el día muere y la melancolía empieza a hacer dibujitos prescriptos por el tiempo en el cielo del cielo. Helena De la vega

Àlbum familiar me maravillaba el cielo la luz de la tarde las lagunas azules y las ceibas gigantes y sin hojas que custodiaban  las praderas correteando mariposas y caballitos voladores me pasaba los días extraño pensar solo en fantasías extraño adorar el silencio, mis ojos cerrados extraño el ímpetu de mi escritura y los puños llenos de tierra negra con los juegos matutinos de alguna forma he muerto y siento que me recuerdo de aquella vida anterior los recuerdos mas claros... en el  álbum familiar. Helena De la vega

Iii capitulo from Yessica Priil