A penas comienza.
T odo se ha volcado, no de cabeza, en mil pedazos donde cada uno de ellos posee una punzante sospecha. Los días se ponen cada vez más difíciles Sin aguas y con brisas que secan nuestros labios. Cada día es más fuerte y cegadora esa luz de la esperanza Cada día que pasa entendemos más al mundo y menos a nuestra almohada. Entre tantas ruinas y derrotas se pone turbio el camino que resta La soledad nos visita y siempre ha sido nuestra debilidad. Llega esa sensación prevista que es la sensibilidad que nos aborda Que nos hace flaquear, perder gotas de fuerza y placer. Entre humos de nostalgia sigues aquí, dentro de mi mar En busca de calma, En busca de amor Y yo sigo aquí, esperando el día que esa inmensa invalides de luz, se convierta en sol entre mis tierras Que al tomar tu mano sanen todos los derribos de los corazones rotos de esta isla. P. de Lunas.